17 julio 2006

Nadie vale más que otro


En Nadie vale más que otro, Lorenzo Silva nos convierte de nuevo en testigos privilegiados de las pesquisas de los célebres Chamorro y Bevilaqua pero en esta ocasión el lector tendrá la oportunidad de adentrarse en cuatro casos diferentes en los que se pondrá en juego la pericia y perspicacia de esta pareja de investigadores de la Guardia Civil. El asesinato de una mujer en el que todas las sospechas recaen en un marido con un largo historial de malos tratos, la violación y muerte de una niña, el hallazgo de un cadáver de un delincuente común donde todo parece indicar que se trata de un ajuste de cuentas y el crimen contra un inmigrante en un pequeño pueblo son los cuatro asuntos que tienen como nexo, además de suceder todos en periodos estivales, el hecho de ser crímenes tan cotidianos como los que se leen a diario en los periódicos, alejados de la extravagancia y de la sofisticación y, en consecuencia, tan reales como la vida, o la muerte, misma. Casos, no obstante, en los que la línea recta no es necesariamente el camino más corto y en los que casi nada es lo que a simple vista parece.
Lorenzo Silva nos ofrece cuatro relatos contundentes, sin fuegos de artificio, en los que demuestra que la cotidianidad y la realidad pueden ser la base para la mejor literatura

Mi opinión:

4 asuntos del sargento de la Guardia Civil Bevilacqua y la cabo Chamorro, la pareja más astuta y original de la novela policíaca nacional, que habían aparecido anteriormente en diversas publicaciones.
la combinación Lorenzo Silva/Vila/Chamorro es un valor seguro, y en estas cuatro novelas cortas lo demuestra. La investigación es una excusa para ahondar en ciertos ambientes y en la forma de ser de las distintas personalidades que aparecen (no nos olvidemos que Vila estudió psicología); entre ellas, la de los propios investigadores. Como dice el título, nadie vale más que otro, y Vila y Chamorro tienen bien claro que son servidores públicos, y tratan a los presuntos criminales con honestidad y amabilidad, hasta el punto que, en uno de los capítulos, Vila le prepara el desayuno a uno de los que va a interrogar.
En fin, que me gusta. Aunque la resolución de todos los casos es un tanto trivial, lo cual es más o menos un requisito, dada su longitud; pero el enchironar al asesino, insisto, es lo que menos importa.

Nota: 6,5
Autor: Lorenzo Silva

4 Comments:

At 18:49, Blogger Unknown said...

Me provoca pereza.

 
At 08:31, Anonymous Anónimo said...

Oye que blog mas guapo!!!!! vendré más a menudo a ver que teneis

 
At 10:58, Anonymous Anónimo said...

Me alegra verte por aquí monstruo... ya veremos si coincidimos en algún libro.

 
At 22:28, Blogger Unknown said...

Vaya zuzto.

 

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