11 julio 2006

El coronel no tiene quien le escriba


En “El Coronel no tiene Quien le Escriba” hay un aura de cosas no dichas, de medias luces, silencios elocuentes y milagros secretos, en que se define siempre o que se omite y resalta lo que quiere pasar inadvertido. Un soplo de misterio atraviesa el libro, que apenas tiene 100 páginas, pero está envuelta en sombras luminosas.
Cada viernes “El Coronel” va hacía el muelle en espera de la lancha del correo a por la llegada de su pensión la cual lleva quince años esperando. No valen sus protestas y solicitudes, todas quedan flotando en medio burocracia de la capital, donde según él, sus enemigos no duermen. Mientras el coronel espera pacientemente, su hijo Agustín es muerto en un linchamiento por repartir información clandestina en la gallera (a la cual era asiduo visitante). El Dr. Giraldo, que sirve de enlace con las guerrillas, bromea con el coronel y le pasa los periódicos del día como forma de animarlo. De su hijo, El Coronel ha recibido un gallo de pelea que engordará para que descuartice a otro gallo del pueblo vecino, consiguiendo así honor y fortuna. En su miseria, el Coronel apenas puede mantenerse a sí mismo; ahora con el gallo… no importa; venderá cosas en su ilusión de derrotar al otro gallo ha puesto la vida. Así comienzan a salir muebles, anillos de boda… hasta que toda la población se compromete con el gallo, porque todos han apostado a él. Las contribuciones de todos no se hacen esperar; ya para ese entonces el Coronel se alimenta de Alpiste; piensa en venderle el gallo al ricachón del pueblo, pero consciente de que defraudaría a todo el pueblo, seguirá adelante contra todos y por fin llega el buen tiempo y el Coronel se levanta ansioso. Quiere plantar rosas; “la comerán los cerdos” dijo su mujer, siempre sensata, “ Han de ser muy buenos los cerdos engordados con rosas” dijo el Coronel que nunca pierde su sentido del humor.
Esta obra no constituyó una de las mejores de su autor, sin embargo, si una de las que narra con mayor detalle y realismo, las penalidades sociales, económicas y políticas de la Colombia de la época. Con esta obra podemos darnos una idea de una época de la historia colombiana a la vez que nos divertimos con los matices de cada uno de los personajes que en ésta aparecen.

Mi opinión:
Es un libro muy curioso. Es el único libro que me he leido en el que no pasa nada... solo se describe una sucesión de días completamente iguales, con algunos apuntes del pasado. Pese a eso, consigue engancharte desde el principio. La personalidad compleja del Coronel, te mantiene unido a el durante todo el relato.

Nota: 8


Leelo aquí

7 Comments:

At 19:38, Blogger Unknown said...

Ah! me está entrando un gusanillo insufrible.

 
At 01:46, Anonymous Anónimo said...

Te gusta leer, verdad?
Muackis

 
At 11:30, Anonymous Anónimo said...

Os lo recomiendo, de verdad que está muy bien. Y es de fácil lectura.

Ojitos, me encanta leer. Es mi gran pasión.

 
At 00:22, Blogger Unknown said...

Bueno, es un clásico ya. Y los clásicos, por serlo, nunca defraudan.

 
At 11:45, Blogger maps said...

eso es una opinión...

 
At 18:53, Blogger Unknown said...

Compartida o no?

 
At 08:12, Blogger maps said...

en absoluto. Los clásicos pueden pasarse de fecha y no tener ninguna validez en el momento en el que se lee.

 

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